El pasado viernes 16 de diciembre, tuvimos oportunidad de realizar una sesión interna con el objetivo fortalecer nuestra imagen y la difusión de nuestro trabajo de forma asertiva e inclusiva.
En los últimos años hemos crecido: aumentamos tanto en proyectos, como en el número de personas que componemos Rioja Acoge. Esto hace necesario mantener un aprendizaje continuo de herramientas y de repasar aspectos vitales para el trabajo que realizamos.
Ser coherentes es importante. Por ello, consideramos imprescindible la unidad en el discurso y la imagen que conforman nuestra cara visible, para que nuestro mensaje alcance y se asimile por los diferentes públicos a los que nos dirigimos.
En los últimos años hemos crecido: aumentamos tanto en proyectos, como en el número de personas que componemos Rioja Acoge. Esto hace necesario mantener un aprendizaje continuo de herramientas y de repasar aspectos vitales para el trabajo que realizamos.
Ser coherentes es importante. Por ello, consideramos imprescindible la unidad en el discurso y la imagen que conforman nuestra cara visible, para que nuestro mensaje alcance y se asimile por los diferentes públicos a los que nos dirigimos.
Equipo técnico durante la sesión formativa en Rioja Acoge.
Durante esta sesión, hicimos un recorrido por una serie de recomendaciones y lineamientos de nuestra guía de comunicación, recordamos las aplicaciones del logo y manual de estilo, presentamos el protocolo de portavoces y, especialmente, fomentamos el uso del lenguaje inclusivo en su más amplio entendimiento - un lenguaje que promueva e incluya por igual el enfoque de género, así como la diversidad de capacidades, orígenes y creencias-. Aspectos transversales a todos nuestros proyectos y comunicaciones.
Damos relevancia al lenguaje en pro de la igualdad de género. Y es por ello que hicimos un especial paréntesis durante la mañana, para intercambiar opiniones y definir orientaciones para su uso y adecuada aplicacción en el día a día.
En diversos ámbitos, se sigue utilizando de forma habitual el masculino como forma gramatical genérica, tanto en singular como en plural, para hacer referencia a hombres y a mujeres. Gramaticalmente es correcto, pero la expresión lingüística no es solo una cuestión gramatical, esta utilización del masculino como genérico tiene efectos negativos en la trasmisión de la cultura y sus valores, debido a que invisibiliza a las niñas y a las mujeres en el discurso y contribuye a su discriminación.
La lengua en sí misma no es sexista y dispone de diversos recursos para que el discurso tampoco lo sea, como nuestra recomendación de usar siempre palabras con un sentido más amplio y que engloben claramente ambos géneros: "persona" o "personas", en lugar de "hombres"; "infancia" en lugar de "niños"; son algunos ejemplos.
Las diecisite personas que estuvimos en esta actividad, concordamos en que fue una jornada imprescindible y que se debe retomar anualmente. Es un tipo de encuentro que permite trabajar en equipo, reflexionar, resolver dudas y en la que acordamos sencillas pautas, muy necesarias para generar información centrada en las personas, en los derechos y que aporte valor a la sociedad.