Por la equiparación de los derechos laborales de las empleadas de hogar
Con motivo del Día Mundial por el Trabajo Decente, que se celebra el próximo 7 de octubre, Red Acoge exige al Gobierno que ponga fin a la desprotección laboral en el ámbito del empleo doméstico, una situación que afecta principalmente a mujeres migrantes.
Se entiende por trabajo digno o decente el derecho de toda persona a contar con unas condiciones de trabajo equitativas, satisfactorias, justas y respetuosas con su integridad física y mental.
El derecho a trabajar constituye un derecho fundamental para alcanzar una vida digna. Garantiza la supervivencia del individuo y su familia, además de contribuir, siempre que el trabajo sea libremente escogido y aceptado, al desarrollo integral de la persona y a su reconocimiento en el seno de la comunidad.
“Empecemos por desbaratar el mito de que el trabajo del hogar y de los Cuidados es un trabajo no cualificado, que por el simple hecho de ser mujer ya lo sabes hacer y no es así, se requiere una fortaleza mental, física, psicológica para desempeñar dicho trabajo, empezar a reconocer el valor que tiene, porque no solo limpiamos casas, también somos parte de la educación de los menores, y como dice una compañera, cuidamos de la memoria de este país […]” (Dolores Jacinto, México).
"Vine desde mi país con mi hija de 3 años porque no tenía de qué vivir allí. Mi hermana encontró un trabajo para mí aquí, en la casa de unos señores, como interna. Cuando llegué, a la señora, en mal estado de salud, la iban a ingresar en una Residencia, y el señor, me pidió que me quedara, que él me iba a tratar muy bien, y que necesitaba que alguien sustituyera a su mujer, que necesitaba a una mujer para estar con él, en todos los sentidos de la vida, y atender su casa. Ese mismo día mi hija y yo salimos de la vivienda" (K. Colombia).
“Ahora mismo solo me pagan dos medias pagas. Sé que me corresponden dos pagas extraordinarias enteras cada año, pero estoy irregular, y si insiste, me van a echar del trabajo. Necesito mantenerlo porque dentro de unos meses podré regularizar mi situación y necesito tener un contrato" (R.G.V. Paraguay).
Como muestran estos testimonios, existe una ausencia total de protección de los derechos laborales de estas trabajadoras que quebranta las normas fundamentales del ordenamiento jurídico español y las directivas europeas sobre igualdad y no discriminación.
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